Día 8.- Ciudad de Quanzhou
27 de diciembre, 2009
Para los pueblos costeros, el mar es una puerta que
siempre permanece abierta y llena de sorpresas. Por ahí han visto entrar ideologías, religiones, mercancías, enemigos y grandes personajes
históricos que, para bien o mal, les transforman su entorno.
La gente de Quanzhou lo sabe bien porque su presente
está fuertemente relacionado con su tradición marítima.
Esta ciudad se encuentra en la provincia de Fujian,
al sur de China, a donde llegué luego dos horas de viaje en carretera, desde
Xiamen.
El puerto de Quanzhou tiene larga historia, y ha sido
de suma importancia para impulsar el desarrollo regional y el intercambio con
el exterior.
Estando ahí me pregunté cómo habría sido el ambiente
comercial del siglo XIII, cuando fue uno de los mejores puertos del mundo. Me
pregunté cómo habrían sido las monedas, los navíos, la negociación en
diferentes idiomas, los vestidos, la comida y el hospedaje para los
extranjeros, así como el precio de las mercancías que se vendían por entonces:
seda, jade, pieles, alfombras, alfarería, cornamentas de ciervos, caballos y
piedras preciosas.
Traté de imaginar las aventuras de los comerciantes
en medio de la mar, cómo se las arreglaban cuando hacía mal tiempo, cuando estaban
extraviados o cuando tenían que defender la mercancía de los piratas.
Desde los tiempos de la dinastía Han, que gobernó del
año 206 aC al 220 dC, las
costas sureñas de China ya eran centros de construcción naval y producción de
seda, lo que generó las condiciones sociales y materiales para el desarrollo
del comercio marítimo.
Posteriormente, con la Ruta de la Seda, una red de vías
comerciales que unía a China con Asia Central y Europa, no sólo se realizaron
intercambios de mercancías, sino que hubo una gran retroalimentación cultural y
se propagaron grandes religiones.
Desde que se abrió la ruta marítima de la seda, los
mercaderes persas y árabes tuvieron gran presencia en Quanzhou. Incluso, hoy en
día, el islamismo es una religión con fuerte influencia en la ciudad.
Muestra de ello es la mezquita de Qingjing y las
tumbas musulmanas de Quanzhou. La mezquita es una de las cuatro principales de
la zona costera de China suroriental y se construyó en 1009.
Foto: Gabriela Becerra |
Su diseño arquitectónico y estilo está inspirado en
la Gran Mezquita de Damasco, en Siria, lo que las hace el par de
mezquitas más antiguas que sobrevivenenen, en su forma original, en el
siglo XXI.
Foto: Gabriela Becerra |
Foto: Ana Wei |
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